Enero dejó a Tucumán con las ganas de Lali Espósito. Por culpa de la tormenta, la sensualidad y el talento de la joven y apasionada artista no pudieron subir a escena en el escenario del Club Central Córdoba. El tiempo fue inclemente y obligó a cancelar el show del viernes, que fue aplazado en vano para ayer: una temprana alerta meteorológica terminó por aguar las expectativas de verla cantar y bailar. La cita se postergó para el domingo 6 de marzo, desde las 21.

El fervor de las fanáticas, sin embargo, no se supendió por el calor matutino ni por la lluvia vespertina del viernes. La fidelidad de las “Lalitas” se desplegó durante la jornada. La primera demostración fue en el Hilton, donde las seguidores de la protagonista de “Esperanza mía” coparon entradas y salidas, para tratar de estar lo más cerca posible de su ídola. El hotel parecía un castillo con una multitud esperando el saludo de la princesa.

“Hacemos así: un grupo vigila la puerta trasera; otro, la ventana del cuarto y otro va a estar adentro, por si sale a la pileta o baja al restaurante”, decía Valentina Núñez, de 16 años, mientras señalaba a cada grupo. Las “Lalitas” seguían un plan exhaustivo para no fallar en el objetivo: obtener la selfie con Lali.

La mayoría de las chicas sólo se conocían por Twitter porque siempre están atentas a lo que postea la cantante y, en especial, a las fotos que sube. Además, la siguen en Instagram.

Con los celulares

Algunas se saben de memoria cada comentario de ella o sobre ella. Inclusive repiten las frases y los tips que publica Lali en las redes. Si antes los fanáticos se conformaban con escuchar el discurso de su ídolo, ahora las teenagers quieren más. “Lo único que quiero es mi foto con Lali”, repetía Valentina Núñez.

Mientras esperaban alguna señal de la artista en el hall del hotel, las chicas conversaban sobre las expectativas de cada una para el show en Central Córdoba, que finalmente no fue.

“¿Qué sentirá Lali cada vez que aparecen las fan-actions en el escenario?”, se preguntaba Martina Criado, de 14 años. “Las fan-actions son acciones que hacemos los seguidores en los shows, como la impresión de frases de canciones de Lali en hojas blancas”, explicaba Katalina Criado, de 13 años. “Cuando canta un tema, todas levantamos el papel indicado al mismo tiempo”. Un efecto visual reservado sólo para los artistas.

Al mediodía, el grupo que custodiaba la ventana de la habitación donde Lali descansaba, coreaba sus canciones. Cada tanto, gritos y alaridos. “Lali te queremos”, “Lali saludanos”.

Alrededor de las 13, cuando el sol quemaba, se abrieron las cortinas de una habitación y, de repente, apareció el rostro sonriente de Lali. Las fanáticas se desgargantaban desde el patio. La cantante respondió con un saludó, que fue la recompensa de sus seguidoras.